¿Qué es el cine digital?

En más de un siglo de historia del cine existió la emulsión como último medio de exhibición. Un imagen positiva, compuesta por película en 35mm, creada a partir de un negativo de imagen. Han variado los tamaños de la emulsión, los aspectos del encuadre y las técnicas de grabación para brindar nuevas experiencias al espectador. Después  llego el sonido para completar la inmersión en la historia, desde el mono hasta el surround.

A pesar de su probada longevidad, gran calidad y estandarización, el filme tiene sus inconvenientes. En la producción están el gran costo de fotografiar en película y sus procesos de laboratorio, para llegar a la copia positiva. En la exhibición, los costos excesivos de copiado, logística de transportación y distribución. Además, durante una corrida comercial, la película sufre de desgaste con cada proyección.

 

Nuevos esquemas

La tecnología digital comenzó desde hace bastante tiempo a transformar los esquemas de trabajo en la industria fílmica, principalmente en efectos visuales y corrección de color pero, distribuir para cine aún significaba regresar a 35mm e imprimir el material digital a un negativo.

Con el desarrollo de mejores medios de proyección digital, que superan la calidad de una copia de exhibición en 35mm, todo esto ha cambiado. En el 2002 Digital Cinema Initiatives o DCI se conformó por siete de los más poderosos estudios de cine  (Buena Vista Group, 20th Century Fox, Paramount Pictures, Sony Pictures Entertainment, Universal Studios y Warner Bros.) para establecer normas que regulen la distribución  y proyección de cine digital.

 

Por qué cambiar

Como espectador la mayor ventaja que vemos con la exhibición en cine digital es que las películas siguen y seguirán conservando la misma calidad de imagen y esto no cambiará a pesar de donde y cuantas veces se ha exhibido la película. En cuanto a sonido el concepto de envolvente toma otra dimensión con 7.1 canales de audio o por que no, un sonido 11.1 o mayor como el que Dolby o Barco ya estrenaron.

Para los productores, distribuidores y exhibidores dos palabras son fundamentales, menor costo.

  • Hacer un master en DCP cuesta una fracción de lo que costaba imprimir una copia compuesta positiva.
  • Generar un paquete de cine digital es más rápido, claro todo depende de la potencia del software y hardware usados.
  • Tener copias básicamente se reduce a duplicar archivos las veces que sea necesario.
  •  Hay una mayor facilidad de distribución, el volumen se reduce de 4 a 5 latas de 35mm a un disco duro portátil o un archivo enviado por la red.
  • Existe una gran nivel de protección para reproducir el contenido. Si se desea la película puede verse solamente en una sala de cine, en un día y horario determinado.
  • Al adecuar una sala para exhibición digital el exhibidor no requiere de un proyector para 2D y otro para 3D.
  • Puede usarse esta tecnología para transmisión de eventos remotos.